jueves, 1 de julio de 2010

Tolerancia



Éstos días de efervescencia mundialista, vienen acompañados por el asunto del matrimonio gay. O mejor dicho, de un matrimonio más igualitario. Los argumentos contrarios a esta reforma legislativa son flojos por una simple razón. La base argumentativa está basada en la homofobia y el prejuicio. Es obvio decirlo, pero hay que repetirlo. Este tema se divide en 2: los homofóbicos (divididos a su vez en impresentables y en culposos) y los tolerantes. Quien escribe está en el segundo grupo. Vengo acá a demoler uno por uno cada de uno de los pobres argumentos de los homofóbicos.

1) Es un proyecto que va contra la ley natural: Si tuviésemos que ponernos de lado de la naturaleza en todo, deberíamos empezar a no vacunarnos, no tomar gaseosas, no tomar medicamentos ni siquiera vestirse. Un argumento flojísimo, mezcla de doctrina tomista y neohippismo (sic). Por otro lado, si Dios creó a los hombres, como es que también se le dio por crear hombres putos? No son naturales acaso?
2) El matrimonio es sagrado: A ver, puede ser que el matrimonio para algunas religiones sea sagrado, pero acá se trata del matrimonio civil. Si el matrimonio civil también es sagrado, entonces el Estado es sagrado también? Wow! Cómo han cambiado las cosas, pensar que algunos pocos siglos atrás, la Iglesia Católica temía y maldecía la emergencia del Estado como institución reguladora de la vida de las personas.
3) El matrimonio siempre fue entre un hombre y una mujer: Esta es una afirmación axiomático sobre algo que está fuera de la lógica y la matemática. O sea, carece de valor per se. Por otro lado, que una institución sea inmutable durante 20 siglos es un poco raro. Piénsese en conceptos tales como democracia, república, libertad, etc etc ¿Acaso significan lo mismo hoy que hace 2000 años?
4) Un matrimonio del mismo sexo no puede procrear, no pudiendo así cumplir su fin principal: Las prioridades y fines del matrimonio no son únicas como creen algunos iluminados homofóbicos. Cada matrimonio específico establece sus propias prioridades. A este argumento hay que agregar algo evidente: ¿los ancianos y los estériles heterosexuales no deberían casarse entonces?
5) No puede llamarse matrimonio debe llamarse unión civil: Esta es la estrategia de los homofóbicos culposos. Dicen que no tienen nada contra los putos, pero sostienen que hay que dejar y reservar la institución del matrimonio, que debe ser entre un hombre y una mujer. Esto me recuerdo a esas leyes del sur yankee segregacionista de los 40s y 50s, cuando en el transporte público, los negros debían ceder los mejores asientos a los blancos si éstos lo requerían. O sea, todos podemos disfrutar de lo mismo, pero unos lo pueden disfrutar mejor que otros.
6) El matrimonio es inconstitucional por los tratados internacionales suscriptos por nuestra Constitución: Sabemos que el inciso 22 del Artículo 75 de la Constitución Nacional es el que nos suscribe a una importante cantidad de Pactos y/o Tratados internacionales.
Repasemos lo que dicen los artículos de esos Tratados internacionales que supuestamente prohibirían la reforma del Código Civil. Veamos:
a. Declaración Universal de Derechos Humanos cuando reconoce “Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia.” (año 1948, art. 16.1). 
b. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos donde se expresa “Se reconoce el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia” (año 1966, art. 23.2 ) y 
c. Convención Americana sobre Derechos Humanos cuando dice “Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia.” (año 1969, art. 17.2). 
Uno se pregunta ¿Dónde dice que el matrimonio tiene que ser sí y sólo sí entre un hombre y una mujer? O por contrario ¿Dónde dice que está prohibido el matrimonio homosexual está prohibido? Sólo una interpretación forzadísima y demasiado poco convicente puede sostener la prohibición de la ampliación tolerante del matrimonio


Quien pueda sumar más argumentos a favor de la tolerancia, la democracia, la igualdad y el laicismo. Bienvenidos sean. Quienes aporten por lo contrario; todo bien, habrá debate y discusión. 

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